Luna Llena de Acuario
Solemos
pensar que desear no es lo mismo que lograr, que tenemos que realizar grandes
esfuerzos para conseguir lo que anhelamos, que todo es muy difícil, que la
suerte sólo acompaña a unos pocos afortunados… Sin embargo, la realidad es muy
distinta.
Tenemos
aquello que creemos que podemos tener. Logramos
lo que consideramos que podemos lograr. Alcanzamos el éxito personal en
proporción directa a nuestra autoconfianza. Cuando confío en mí soy capaz de
lograr todo lo que desea mi corazón. El universo me apoya, me impulsa y me da
fuerzas para que lo haga.
La
voz del corazón es el único oráculo que necesito para avanzar en armonía
conmigo mismo. Esa voz es mi vidente, mi tarotista, mi maestra y mi guía,
porque en el corazón se encuentran las respuestas a todas las preguntas. Es la
brújula que me ayuda a encontrar mi norte y el GPS que me muestra el rumbo. En
él habita el alma, que conoce perfectamente lo que he venido a hacer aquí.
Cada
persona viene a la Tierra con un plan de acción para su vida: aprender para
evolucionar y evolucionar para ayudar al conjunto. Todos lo hacemos de maneras
muy diversas. Los deseos que surgen del corazón son las señales que el alma
envía para recordarnos ese plan de acción. Si queremos cumplirlo debemos confiar
en que lo que sentimos es válido y
dejar de pensar que existen personas más sabias que nosotros mismos para
nuestra vida. La
persona más sabia del mundo para mi propia vida soy yo mismo.
Además
es necesario que creamos
de verdad que el deseo que me pide el corazón es posible,
que puedo lograrlo, porque, de lo contrario, estaré alejándolo de mí con mi
capacidad creadora. Recordemos que creamos constantemente nuestra realidad con
pensamientos, palabras y acciones.
Así,
en tercer lugar, para lograr mis deseos, debo pasar a la acción, dar el primer paso hacia lo que siento que es mi verdad.
Simplemente comenzar a caminar, con los recursos de los que dispongo hoy para
llevarlo a cabo, sin obsesionarme por el resultado. Confiando en que el camino
se irá abriendo ante mí, conforme vaya avanzando.
QUÉ
HAY QUE TRAER:
1. Una vela blanca.
2. Una SELENITA, que nos acompañará
durante todo el nuevo ciclo lunar y que entregaremos a la Tierra al finalizar
el ciclo, a finales de julio de 2014.
(Si
no se encuentra selenita servirá un cuarzo transparente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te parece, puedes dejarnos tu comentario. Gracias.