miércoles, 12 de febrero de 2014


 Luna Llena de Acuario


RED DE LUZ en Colaboración con Agartam

Solemos pensar que desear no es lo mismo que lograr, que tenemos que realizar grandes esfuerzos para conseguir lo que anhelamos, que todo es muy difícil, que la suerte sólo acompaña a unos pocos afortunados… Sin embargo, la realidad es muy distinta.


Tenemos aquello que creemos que podemos tener. Logramos lo que consideramos que podemos lograr. Alcanzamos el éxito personal en proporción directa a nuestra autoconfianza. Cuando confío en mí soy capaz de lograr todo lo que desea mi corazón. El universo me apoya, me impulsa y me da fuerzas para que lo haga.

La voz del corazón es el único oráculo que necesito para avanzar en armonía conmigo mismo. Esa voz es mi vidente, mi tarotista, mi maestra y mi guía, porque en el corazón se encuentran las respuestas a todas las preguntas. Es la brújula que me ayuda a encontrar mi norte y el GPS que me muestra el rumbo. En él habita el alma, que conoce perfectamente lo que he venido a hacer aquí.

Cada persona viene a la Tierra con un plan de acción para su vida: aprender para evolucionar y evolucionar para ayudar al conjunto. Todos lo hacemos de maneras muy diversas. Los deseos que surgen del corazón son las señales que el alma envía para recordarnos ese plan de acción. Si queremos cumplirlo debemos confiar en que lo que sentimos es válido y dejar de pensar que existen personas más sabias que nosotros mismos para nuestra vida. La persona más sabia del mundo para mi propia vida soy yo mismo.

Además es necesario que creamos de verdad que el deseo que me pide el corazón es posible, que puedo lograrlo, porque, de lo contrario, estaré alejándolo de mí con mi capacidad creadora. Recordemos que creamos constantemente nuestra realidad con pensamientos, palabras y acciones.

Así, en tercer lugar, para lograr mis deseos, debo pasar a la acción, dar el primer paso hacia lo que siento que es mi verdad. Simplemente comenzar a caminar, con los recursos de los que dispongo hoy para llevarlo a cabo, sin obsesionarme por el resultado. Confiando en que el camino se irá abriendo ante mí, conforme vaya avanzando.

QUÉ HAY QUE TRAER:


1.    Una vela blanca.
2.    Una SELENITA, que nos acompañará durante todo el nuevo ciclo lunar y que entregaremos a la Tierra al finalizar el ciclo, a finales de julio de 2014.
(Si no se encuentra selenita servirá un cuarzo transparente)



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