martes, 5 de junio de 2018

Ser Consciente - ¿Quién soy Yo?



Una mañana, Lin-chi estaba dando una conferencia y de pronto alguien preguntó:

-Respóndame una sola pregunta: "¿Quién soy yo?".
Lin-chi bajó del estrado y se acercó al hombre. Toda la sala guardó silencio. ¿Qué iba a hacer? Era una pregunta bien simple. Podía haberla respondido desde el estrado.
Linchi llegó hasta el hombre. Toda la sala estaba en silencio. Lin-chi se quedó parado ante el hombre, mirándole a los ojos. Era un momento muy penetrante. Todo se detuvo. El hombre empezó a sudar. Lin-chi no hacía más que mirarle a los ojos. Y entonces, Lin chi dijo:
-No me preguntes. Entra y descubre quién pregunta. Cierra los ojos. No preguntes: "¿Quién soy yo?", ve adentro y descubre quién ha preguntado, quién es ese preguntador interior. Olvídate de mí. Encuentra la fuente de la pregunta. Penetra hasta el fondo.

Y se dice que el hombre cerró los ojos, guardó silencio y de pronto se iluminó.
Abrió los ojos, se echó a reír, tocó los pies de Lin chi y dijo:
-Me has respondido. Les he hecho esta pregunta a muchos y me han dado muchas respuestas, pero ninguna era una auténtica respuesta. Pero tú me has respondido.

¿Qué ocurrió en esa situación?
Se centró. De pronto estaba centrado, de pronto se hizo consciente del núcleo más interior.

"¿Quién soy yo?" ¿Cómo se puede responder a esta pregunta?
Esto hay que descubrirlo, y hacerse consciente es el método para descubrir este núcleo interior. Cuanto más inconsciente estés, más alejado estás de ti mismo. Cuanto más consciente, más te acercas a ti. Si la conciencia es total, estás en el centro. Si hay menos conciencia, estás cerca de la periferia. Cuando estás inconsciente, estás en la periferia, donde el centro está completamente olvidado.
Te sientas a ver una película, te sientas a escuchar música, y te olvidas de ti mismo. Entonces estás en la periferia.
Leyendo el Bhagavad Gita o la Biblia o el Corán, te puedes olvidar de ti mismo... entonces estás en la periferia.
Hagas lo que hagas, si puedes recordarte a ti mismo, estás más cerca del centro. Y un buen día, de pronto, te encuentras centrado. Entonces tienes energía. Esa energía es el fuego. Toda la vida, toda la existencia, es energía, es fuego.

Es un viaje largo y dificultoso, y se hace difícil mantenerse consciente, aunque solo sea un momento; la mente está parpadeando constantemente. Pero no es imposible. Es arduo difícil, pero no es imposible. Es posible... es posible para todos. Solo se necesita esfuerzo, y tiene que ser un esfuerzo sincero.
Osho

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